Los tags RFID activos disponen de sensores que detectan y emiten alertas en tiempo real ante cambios de temperatura, humedad, presencia, fuga de líquidos, apertura/cierre de puertas, cambios en la presión del aire….
Estos tags RFID poseen su propia fuente de energía, dando así corriente a sus propios circuitos integrados y propagando la señal al lector RFID. Al tener su propia energía son capaces de emitir señales más potentes que la de los tags pasivos. De esta forma son más eficientes en entornos donde hay presencia de metales y líquidos.
Las funcionalidades de los sistemas activos se podrían resumir en las siguientes:
Registro de los sensores que puede incorporar el tag activos: temperatura, humedad, movimient, etc…