En este sector la implementación de los sistemas de radiofrecuencia RFID parten desde el primer eslabón de la cadena, haciendo la impresión de la etiqueta RFID en la sección de corte para tener monitorizada las telas/pieles en todo momento. Cada etiqueta nos mostrará el modelo específico del producto, las telas a tapizar y una información relativa a esa unidad de producción como el pedido, serie etc.

Al crear la etiqueta estamos dando de alta ese producto en el sistema de información o ERP. Esto nos servirá como punto de partida del proceso de trazabilidad RFID que nos permiten realizar nuestros sistemas.

El siguiente proceso donde aplicar la tecnología RFID es el de cosido externo. Con antenas situadas en las puertas de salida de cosido se leen todas las etiquetas correspondientes a las telas/pieles que se envías a los talleres externos. La lectura se realiza de forma múltiple llegando a leer más de cien bolsas en 1 segundo. El proceso se realiza tanto para la salida como para la recepción del cosido.

En la sección de tapizado, el tag RFID se adhiere en el interior del mueble tapizado. De esta forma el producto quedará identificado tanto para el resto de procesos (embalado, almacén y expediciones) como ante una eventual devolución. Como el tag queda en el interior, con una PDA RFID o mediante cualquier antena fija podemos leer el id del chip y conocer con total fiabilidad la trazabilidad.

En el proceso de embalaje, bien con antenas situadas en la entrada de la zona de embalaje o bien instaladas en la máquina de embalar, se procede a la lectura automática del tag. Con esta lectura se desembocan varios procesos: alta en el almacén de producto final, impresión de etiqueta de envío, posible impresión de documentación relativa al producto leído y, finalmente, la zona del almacén donde debe ubicarse el producto en función de la carga que tenga asignada.

Terminamos con la logística donde se eliminan las incidencias en las expediciones. Utilizando la tecnología RFID aumentarnos la fiabilidad de la logística al asegurarnos que la carga sea correcta e incluso en el orden prestablecido. Evitaremos los costes asociados que conllevan los errores en las expediciones y ganaremos en rapidez ya que los operarios de carga se liberan de tener que leer los productos/bultos con lectores de códigos de barras.